Seguro que te ha pasado alguna vez o conoces a alguien que lo ha experimentado. Una sensación de nerviosismo repentino aparece, piensas que no tienes el control sobre tus sensaciones corporales, y ese nerviosismo aumenta. ¿Qué me está pasando? ¿Tengo ansiedad? Te preguntas.
La ansiedad es una respuesta normal y saludable de nuestro organismo cuando nos encontramos ante una situación amenazante. Pero en ocasiones aparece en momentos inesperados, sintiendo nerviosismo, desasosiego y malestar general.
La sensación de tener ansiedad es angustiante, y por eso, suele ir acompañada del miedo por volverla a experimentar, nos sitúa pensando en el futuro. ¿Me volverá a suceder?
Existen diferentes trastornos de ansiedad y aunque presentan unos síntomas similares, se encuentran algunas diferencias
Se presentan ataques de pánico con una sintomatología muy elevada, recurrentes y de duración breve. Entre las crisis, existe una preocupación extrema porque vuelva a ocurrir un episodio similar.
Miedo intenso ante diferentes situaciones donde escapar puede ser difícil. Es un trastorno que puede paralizar a la persona hasta el punto de no querer salir de casa.
Miedo continuo a situaciones en el que se está expuesto a nivel social por temor a ser analizad@ o valorad@ negativamente.
Son miedos a cuestiones concretas. Se puede tener fobia a casi todo tipo de cosas, como a la sangre, a los insectos, a los animales, a viajar en avión, etc.
Consiste en una ansiedad y preocupación excesiva en torno a múltiples situaciones.
Es un trastorno caracterizado por presentar obsesiones y compulsiones (repetir ciertas conductas) muy frecuentes y que generan malestar.
Se presenta cuando se han vivido situaciones traumáticas de diferente índole como una guerra, un accidente, abusos, catástrofes naturales, etc.
Suelen presentarse recuerdos involuntarios del evento traumático, dificultad para dormir, pesadillas, tristeza, ira o sentimientos de soledad.
Los síntomas de la ansiedad son múltiples y variados:
Se pueden presentar por separado, aunque habitualmente, se presentan varios a la vez.
No. Un ataque de ansiedad no es peligroso, pero sí que es molesto y genera muchas preocupaciones y sensación de falta de control.
No siempre es necesario tomar medicación, pero en ocasiones es recomendable. En función de los síntomas que presentes y de su intensidad, valoraremos si es necesario «dejarse ayudar» por algún tipo de medicación psiquiátrica.
Cuando interfiere en nuestro día a día. Es decir, cuando afecta a nuestro funcionamiento personal, laboral o de relaciones, entre otros.
Como todo, dependerá de la persona y del trastorno que padezca, pero por lo general, tenderá a cronificarse y a incapacitar a la persona cada vez más.
En la mayoría de los casos, la ansiedad mejora considerablemente tras el tratamiento terapéutico. Es imprescindible trabajar diferentes aspectos durante las sesiones y también entre sesión y sesión para notar los beneficios de la terapia.